¡Un mejor año!

Empezamos un nuevo año, pero no iniciamos de cero, cierto son mucha/os los que nos faltan y otra/os tantos más por quienes seguimos orando, esperando pronto estén con bien en casa.

Seguiremos avanzando y miraremos hacia atrás para ver todo lo que hemos recorrido, más siempre de frente y con fe. Confiaremos en que el camino abre nuevos horizontes que nos permitan dejar a un lado tanta incertidumbre, armándonos de valor y optimismo, confiando en que con cada buena acción que cada una de las personas aportemos tendremos la esperanza de que viviremos mejores momentos. 

Iniciamos un nuevo año, ¿Otro más?, o ¿Será otro menos?, nuevos retos, metas, sueños que aguardan, esperando dejar a un lado la desidia, teniendo la fuerza y determinación para alcanzarlos. Con una buena actitud, perseverando y viendo siempre hacía adelante. 

El cuaderno de la vida no está en blanco, allí en las hojas previas se han escrito nuestras historias de la infancia, la juventud, la edad madura, esa que aunque nos dicen los años que es bastante, nuestro corazón anhela pensar que aún no son suficientes. 

Abrimos esa nueva página y es entonces cuando elevamos nuestra mirada al cielo y sentimos un gran gozo por estar vivos. Sí, enfrentando toda cantidad de retos que a veces nos postran de rodillas para pedir que pronto pasen, pero también nos recuerdan que hemos venido a aprender las lecciones que nos han de hacer cumplir la misión para la cual hemos sido destinada/os.

Si, hemos atravesado por grandes pruebas, pero en la alegría de sabernos amados por el creador, debemos sentir el gozo de pensarnos siempre con un destino trascendente, que va mas allá de cualquier dolor o tristeza.  

¿Cuál debe ser mi actitud ante la vida?, ¿De quien debo rodearme?, ¿Será posible en medio de una crisis mundial pensar que puede haber un mejor año?, los pesimistas nos dirán que no hay mucho que hacer, que la fatalidad envuelve nuestro mundo, los optimistas nos levantaremos cada vez más fuertes después de haber enfrentado la adversidad. 

Y es entonces cuando nuestra presencia, desde lo femenino cobra una dimensión necesaria para la humanidad; Esa mano que se extiende, el abrazo que fortalece, la dulzura que cura cualquier amargura, el amor maternal que todo ayuda a superar. 

Nuestra presencia en la sociedad y en la empresa, en la casa y en las decisiones importantes en nuestra casa común que se llama patria, y es aquí y ahora cuando juntos mujeres y hombres nos hacemos fuertes y tomamos conciencia de lo verdadero, autentico y esencial. 

Si, es un nuevo año, una nueva oportunidad para seguir impulsando los temas que son importantes para las mujeres, hijas, hermanas, esposas, madres, compañeras de vida,  y en los cuales es preciso se involucren también los hombres; esposos, hijos, padres, hermanos. 

Tenemos nuevas hojas por llenar de mejores historias, de padres que se atreven a expresar el amor a sus hijas e hijos, de hombres que deciden renunciar a ser violentos y a encontrar mejores formas para resolver las diferencias. 

Ojalá que fortalezcamos más nuestro núcleo familiar, que valoremos los esfuerzos de cada miembro en nuestro hogar y reconozcamos que en medio de la situación presente es allí, en nuestra familia donde nos hemos acompañado, apoyado y juntos hemos salido adelante. ¡Escribamos mejores historias y hagamos que cada día mujeres y hombres trabajemos para que este sea este un mejor año!