Amo la libertad en que me encuentro, 
ésta que poco a poco he conseguido, 
por la que yo he peleado en lo vivido, 
la que siempre exigí en todo momento. 

He llorado al luchar por mis razones; 
he expresado y gritado mis derechos; 
he demandado respeto a mis espacios; 
he convertido tabúes en deshechos. 

Vi ceños fruncidos a mis rebeldías;
alzar de las cejas a mis desacuerdos;
la voz agresiva que me sacudía,
el machismo estúpido que me ponía rejas. 

Han pasado años, talvez demasiados, 
Mas de ser rebelde, nunca me he cansado; 
Peleando lugares tiempos y cuidados, 
Otorgando a cambio, lo que he demandado. 

Evito invadir territorio ajeno
Y doy generosa sitio y privilegio;
Cuando amo soy suave como el terciopelo:
mas, cuando me exigen bajar la mirada

o que se pretenda abatir mis alas, 
de tierna paloma, me convierto en leona. 
Y ataco valiente, asertivamente, 
pero, cuando ataco, lo hago limpiamente. 

Peleo posiciones y siempre de frente, 
sólo soy sumisa cuando se me entiende, 
si se me respeta y se me entiende, 
amo sin medida, amo intensamente …

Amuleto: un poema de la escritora potosina Daniela Cid