Carlo Acutis es declarado Beato

Por: Ana Matán

Los últimos días las redes sociales se han llenado de noticias en torno a un joven que se ha vuelto inspiración para millones: niños, jóvenes y adultos. Carlo Acutis es declarado Beato.

En medio de un año complejo que nos ha hecho salir de nosotros mismos y volcarnos al otro, nos hemos dado cuenta que el COVID no es la única pandemia que enfrentamos y qué será por medio del apoyo mutuo como podremos salir de la crisis económica, social, política, etc. La noticia de la beatificación viene a ser una luz de esperanza, deseosos todos de un mejor porvenir; y se nos ha comunicado en el mes misionero, el mes del rosario y a pocos días de que Papa Francisco publicó su tercera encíclica: “Fratelli Tutti”. 

El testimonio de Carlo, este joven italiano, ha dejado maravillados a muchos, pues a pesar de vivir en una familia acomodada, la sencillez de su vida ha sido la prueba más clara de que su meta final no estaba en este mundo sino en la aspiración de gozar de las realidades eternas y de disfrutar la felicitad sempiterna. Un muchacho normal, cotidiano, inteligente y muy capaz en el tema de la informática que a los datos que mayor importancia les ha dado y que ha querido procesar son aquellos que le llevaban a servir a los demás, a pesar de no conocerlos.

Italia y el mundo entero están de manteles largos pues este joven de 15 años que era venerable ha sido reconocido por sus virtudes heroicas y por la intercesión de un milagro en beneficio de la salud de un niño brasileño que le ha permitido ser “elevado a los altares”. 

Vale la pena traer a la memoria los testimonios de grandes santos que, jóvenes como Carlo, han manifestado con su vida el amor a Dios. Recordemos a San José Sánchez del Río, niño Michoacano quien por no claudicar de su fe y después de un tremendo martirio y sufrimiento ha dado su vida al grito de: “¡Viva Cristo Rey!”. Y por supuesto a Santa Teresita del Niño Jesús, patrona de los misioneros, quien en su sencillez de vida afirmaba: “mi vocación es el amor”.

El joven Acutis, quien sería llamado a la casa del padre en el 2006, tenía un amor muy especial por el Santísimo Sacramento y reconocía su inmenso valor, es por ello que llegó a decir: “La Eucaristía es mi autopista al cielo”. 

Además, en este caminar nuestro ahora Beato ha tenido una figura muy especial, solía repetir: “la  Virgen María es la única mujer de mi vida”, es por ello que quizá podríamos afirmar que su mejor amiga y amante fue la Reina del Cielo.

Sea pues el testimonio de Carlo un aliciente para seguir en esa búsqueda de la felicidad en las pequeñas y cotidianas cosas, pues está en nuestras manos hacer siempre de lo ordinario algo extraordinario. 

Ana Matán