Salvemos a los mexicanos por nacer.

Pero ¿Qué pasa si esa amenaza te busca en cada rincón y te encuentra? No hay salida, y peor aún cada vez que avanza hacía ti te tortura y lastima hasta terminar con tu vida. Desgraciadamente esa crueldad y maldad está hoy más latente que nunca en nuestro país.

La resolución que en días pasados emitió la Suprema Corte de Justicia de la Nación abre la puerta a la despenalización del aborto, justificando el crimen de inocentes bajo el argumento de que las mujeres tenemos el derecho a decidir, vulnerando con ello los derechos de las personas no nacidas. Si, ellos quien indefensos como narré al inicio, no podrán escapar de su verdugo, cuando, por el contrario, su madre es la persona que debiera ser la principal protectora de esa nueva vida.

Es lamentable la manera como unos cuantos ministros que están para salvaguardar el derecho de la/os mexicana/os vulneran el primordial derecho de todo ser humano como es la vida. Cierto como mujer, madre y persona que a lo largo de muchos años he estado cercana a las problemáticas de las mujeres, sé que ninguna madre quisiera pasar por una decisión de esta naturaleza, que algunas mujeres enfrentan situaciones dolorosisimas, pero nada justifica quitarle la vida a su propio hijo.  

Lamentablemente existe mucha desinformación de los riesgos y peligros para la salud de quienes son sometidas a un aborto, no solo por la carga moral y psicológica, sino física y fundamentalmente espiritual. Es tristísimo ver como la cultura de la muerte se instala en nuestra sociedad bajo nuestra complacencia. Ninguna niña, adolescente o joven debe pasar por una experiencia tan tormentosa y delicada como lo es un aborto. 

Es preciso entonces generar conciencia con antelación de lo que puede ocurrir, no cuando ya hay una vida de por medio. Desgraciadamente uno de los argumentos de la SCJN es que no debería haber en la cárcel mujeres privadas de su libertad por haber cometido un aborto, no se trata de criminalizar a las mujeres, sino pensar en otras alternativas que les evite tomar esa decisión. 

Desgraciadamente ante un aborto existe una corresponsabilidad no únicamente de la progenitora, sino del padre, al permitir la despenalización del aborto la carga de todas maneras es para la mujer, pues con el tiempo sufrirá las consecuencias de haberlo hecho. Lamentablemente el discurso de una “cultura desechable” en el que esta bien tener relaciones con quien sea y cuando sea, al fin de cuentas si te embarazas puedes desechar al "producto", como si la vida humana fuera un desecho es tristemente cada día más común en nuestra sociedad.

Hoy desde este espacio me sumo a las voces de mexicanas y mexicanos que exigen ser escuchada/os y tomada/os en cuenta. Hoy nuestra patria se duele en diversas problemáticas que no son atendidas, centrar el debate y discusión en el crimen del aborto solo nos llevará a tener una sociedad cada vez más deshumanizada,

¿Qué pasará el día de mañana si a esas personas que hoy defienden este crimen son víctimas de sus propios postulados y sin su consentimiento se les aplica la eutanasia?

Jamás será justificable bajo ningún argumento privar de la vida a ningún ser humano desde su concepción hasta su muerte natural, al hacerlo nos estamos aniquilando a nosotra/os misma/os y estamos condenando a nuestra civilización a perderse en el egoísmo, conformismo y viendo como normales crímenes que son abominables. 

Por nuestras hijas e hijos levantemos la voz, encontremos caminos para un auténtico apoyo a las mujeres que se ven envueltas en circunstancias adversas, responsabilicemos también a los padres y no pongamos en duda por difícil que sea la situación decidir si un bebé debe nacer o no.